Los estudios dirigidos al vapeo son diversos y alguno contradicen a los otros debido a que en algunos casos se puede decir que el vapeo es muy saludable y es la mejor opción para dejar de fumar cigarrillos convencionales de forma rápida y sana. Mientras que otros estudios arrojan resultados menos alentadores, en donde se puede demostrar que el vapeo causa daño a nuestro cuerpo. Esto ya que al aspirar el “humo” que se vapea, se le está inyectando al cuerpo sustancias toxicas que podrían causar mucho daño a nuestro organismo. Sin embargo, para que compares y saques tus propias conclusiones, aquí te dejamos detalles breves de algunos estudios ya realizados sobre el vapeo.
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Estudios realizados sobre el vapeo
Estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg
Con este estudio se pudo demostrar que los niveles de sustancias como el arsénico, zinc, níquel, plomo y magnesio se pueden encontrar en el vapor que se inhala al utilizar un vapeador. Esto gracias a que se trata de de dispositivos reutilizables, como la bobina de calentamiento (que antes era desechable), este hecho que va de la mano con que se puede recargar el cigarrillo, proporciona que en la fase de creación del aerosol se liberen los metales.
Este estudio denota que aunque los niveles cambian de un dispositivo a otro, no se debe de decir que su presencia no pueda ser acumulativa, todo esto tomando en cuenta que en una dosis de aerosol estaba por debajo de los límites fijados por la FDA (agencia de salud encargada de la comercialización de los vapeadores).
Estudio del Comité de Ciencia y Tecnología de la Casa de los Comunes
Este estudio ha demostrado que el cigarrillo electrónico es un 95% menos dañino que el cigarrillo convencional, debido a que el cigarrillo eléctrico carece de alquitrán y monóxido de carbono. Se menciona también, que existe mucha satisfacción con los resultados del cigarrillo eléctrico, ya que gracias a él miles de personas han dejado el cigarrillo convencional que causa mucho daño.
Estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York
Este estudio fue llevado acabo de la siguiente manera manera. Los científicos sometieron a varios ratones al humo del cigarrillo electrónico por un tiempo de unas 12 semanas, con una dosis y duración que se hacían al equivalente del vapeo que una persona llevaría a cabo por unos 10 años. Luego de haber terminado este experimento, las pruebas que dejo no fueron del todo buenas, el humo al que los ratones estuvieron sometidos les había provocado daños graves al ADN de sus pulmones, corazón y la vejiga. Por último se había reducido la actividad de reparación natural de estos órganos, sin embargo cabe destacar que el estudio no es del todo objetivo, ya que lo correcto hubiera sido que usaran algún vapeador para examinar los resultados.
